" Yo no tomo DroGaS, mis SueNoS ya son lo SufiCienTementE EscaLofriAnteS "

viernes, noviembre 17, 2006

Robert de Niro y su poder de convicción

Bueno, pues no sé como habíamos llegado allí, pero allí estábamos. En una isla desierta, perdida del mundo, de éstas de ensueño con su playita de arena blanca y aguas cristalinas, con su selva espesísima e incluso volcán incluido. Una maravilla vamos! A no ser que no tengas ni idea de cazar, pescar o sobrevivir. Estaba allí con las de mi peña, diez o doze chicas cada cuál más perdida, y todas lideradas por Robert de Niro!! Y recuerdo que teníamos hambre, una hambre atroz. Y miedo. De cualquier bicho viviente que pudiese atacarnos.
Visto el panorama, Robert nos abandona y nosotras nos dirigimos al borde de un precipicio (no con la idea de tirarnos, sino para tener más visión de lo que podía acercarse a nosotras) cuando reaparece de Niro de la jungla con una cabeza de rinoceronte bajo el brazo. Se sienta entre nosotras y nos dice: ¿No teneis hambre? Pues aquí teneis comida. Y raja la parte de arriba abriendo la cabeza como si de un melón se tratase. Entonces dentro vemos como un líquido medio espeso con tropezones color verde oscuro. Parecían los sesos del animal fundidos. Nos saca unas pajitas y nos las da. Él coge una y empieza a beber de dicho brebaje ante las caras de incredulidad y asco que nosotras poníamos. Él, al vernos solo exclama: ¿Qué pasa? Los sesos de rinoceronte son muy nutritivos.
Todas nosotras, con más o menos asco, como si nos estuviesen apuntando con una pistola, le imitamos y bebemos hasta que se termina. ¡Qué malo estaba!

jueves, noviembre 16, 2006

A VALENCIA A TODA LECHE :s

Dios creo k este sueño me esta haciendo replantearme lo del psicologo............
La verdad eske es el tipico sueño k es mucho mas largo pero k solo acabas recordadndo el trozo final...
Os cuento lo k recuerdo......estoy yo con patines en linea yendo de castellon a valencia a ver a mi abuela :D y me he pasado toda la noche por las calles de valencia intentando llegar a casa de mi abu y no solo eso!!! encima me pegaba de cada ostia k lo flipas ,pero nose porke no me paraba ni me dolia.
Y na es eso solo pero....................a k es curioso? chan chan!!!

domingo, noviembre 05, 2006

Los duendes del ascensor

Estoy con mi padre dentro de un ascensor que está subiendo. De pronto se para bruscamente. Intentamos salir de ahí pero no hay manera. Al cabo del rato alguien nos abre la puerta. Nos hemos quedado entre un piso y otro y solo hay un hueco pequeño por el cual podemos salir. Un hombre con aspecto sucio y demacrado nos tiende la mano para ayudarnos a salir. Una vez estamos fuera vemos a una mujer y 3 niños vestidos con harapos mirándonos con cara de lástima. No sabíamos donde estábamos, el sitio era como un piso sin terminar, todo ladrillo y vigas de cemento, pero con el techo muy bajito, a mi padre le venia justo poder estar erguido. Estaba lleno de polvo y restos de basura. Solamente estaba iluminado por una pequeña ventana que había a la derecha. Olía a alcantarilla. "No os asusteis, no vamos a haceros daño" nos dijo enseguida el hombre que nos acababa de sacar de allí, "vivímos aquí, entre piso y piso del edificio y nos encargamos del mantenimiento del ascensor". El hombre se puso a examinar el motor del ascensor y nos dijo preocupado que se había roto una pieza que era imprescindible. "Habrá que ir a buscarla nueva, en el puerto seguro que hay" y para nuestra sorpresa el edificio empezó a moverse. Nos asomamos a la ventana enseguida para cerciorarnos que era verdad. Y entonces lo vimos. ¡Nos movíamos sobre agua! Por muy grande que era el edificio su base no superaría el metro de anchura, y se deslizaba suavemente como por un tobogán de Aquarama. En realidad me recordaba más al Tutuki Splash de PortAventura, porque también había algunos desniveles que me daban hasta cosquillas en la barriga. Seguí el reguero con la vista y vi que se acercaba, como bien había dicho el hombre, al puerto pesquero, y que se introducía en un gran pavellón cuyo interior era totalmente oscuro. Hacia allí nos dirigíamos.