Noche de fiesta con pillada incluida

Estoy de fiesta en una ciudad (me recuerda al Torico o San fermines) y voy con mi primo Víctor y con Hugo de fiesta por casas viejas, donde entras y parece como en las fiestas americanas de las películas donde hay gente hasta en los armarios. Está lleno de gente charlando y bebiendo por todos lados, solo que con paredes viejas y muebles cochambrosos. Buscando el baño en una de ellas, abro una puerta y me aparece al otro lado el despacho oval de la Casa Blanca. Y no solo eso, sino que veo en la mesa del presidente a hillary clinton subida a cuatro patas con la falda subida y detrás de ella a bush (vamos, al más puro estilo monárquico censurado, ejem). Sin que me vean cierro la puerta y sigo buscando el baño.
Íbamos súper ciegos, pero se hace de día y toca volver a casa. Ellos dormían allí pero yo tenía que coger el coche para volver. Lo cojo y en las afueras de la ciudad ya veo a un policía haciendo un control de alcoholemia. Me entra el pánico pero no me queda más remedio que pasar por delante. El policía me hace señas para que pare y yo me hago la despistada y paso de él, pero se coloca en medio de la carretera tocando el silbato y moviendo los brazos. Entonces freno bruscamente para no atropellarlo y me quedo a un pelo de no hacerlo. Ahora ya no tengo salida. El policía parece cabreado...