Sin dolor

Volaba a pocos metros del mar en un artefacto parecido a un parapente. No tenía mucha control sobre el aparato pero me manejaba. Había más alrededor mío. Cada uno había construido el suyo propio y se había echado a volar sobre el mar. Distingo a mota en uno cercano. Veo como se precipita al agua y cae. Intento acercarme a él para rescatarlo. Aterrizo como puedo cerca y lo cojo. Como puedo (tal vez haciendo uso de mis olvidados dotes como socorrista) alcanzamos la playa. Una vez allí, mota mágicamente se saca un roll-on de cera caliente y empieza a depilarme las piernas. Estira de la tira y ¡oh, sorpresa! No me hace nada de daño!
Osti, si no me duele! ¿Cómo lo haces?

Oigo una sirena a lo lejos muy molesta. Son las ocho y es hora de levantarse. Mierda! Estaba a punto de descubrir el secreto de la depilación indolora!!!